Crisis en el Concilio: Enfrentado la Realidad

En el transcurso de nuestra vida el mundo se a hecho mas pequeño y con realidades mas complejas. Nuestro futuro llega cada día mas rápido, lleno de latidos desconcertantes, mesclado de personas de diferente tez, culturas y lenguajes, rivales de la Torre de Babel. Estamos ante un momento espeluznante en la historia.

No hace mucho tiempo atrás que el angloamericano construyó el primer mundo. Un mundo con una cosmovisión mono-cultural. Para su construcción, fueron usadas las minorías del país, incluso la mujer angloamericana.  Todo un drama, con múltiples actos de extremos económicos, culturales, políticos y religiosos.

Para aquellos que continúan en la cultura dominante, les cuesta admitir que los días han cambiado y que el Coloso del Norte esta cosechando lo que sembró.  La realidad es que éste país no es mas “el invencible”. Desde 9/11 la vulnerabilidad dejó de ser una sospecha.  El respeto, auge y la admiración del resto del mundo hacia este punto geográfico ha cambiado. Lo mismo esta pasando internamente.

La vida dentro del país y por consiguiente, en los Concilios, está en medio de un cambio demográfico y cultural irreversible. Pero cuesta entender. El angloamericano se ve totalmente amenazado y ofuscado por una invasión de personas que antes eran el objeto de la evangelización misionera.

Recuerdo un pastor que trataba de entender la actitud de su Concilio… Me decía, en alta voz y excitado:

“Yo no entiendo a mis dirigentes: Mientras yo estaba en tierra distante, los angloamericanos hacían hasta lo imposible enviando personal y finanzas. Pero ahora que estamos aquí nos desconfian.  Son capaces de recaudar grandes sumas de dinero para un país del tercer mundo y al mismo tiempo negar lo básico a una congregación del tercer mundo que esta radicada en el país del angloamericano.”

Pero a esta queja extemporánea le faltaba un dato clave: “Control”.  Por lo general, y con muy pocas excepciones, el misionero llega a nuestra tierra para ser nuestros jefes. Como dice la regla de oro: el que pone el oro pone la regla. Y ahora que estamos aquí, en su país, si queremos algo, bueno, siguen siendo nuestros jefes.  Estamos en las mismas. Pero con una diferencia que en futuras semanas explicaré.

Este contínuo conflicto genera desconfianza. La misma es la base de los problemas multicultirales, muy penosos que se han desarrollado en nuestra comunidad Hispana por ya casi un siglo.  Por un lado el angloamericano se desborda por la ‘evangelización de nuestros pueblos” – siempre bajo su control. Por el otro lado, niegan lo básico que el Concilio puede hacer a favor de la “evangelización de nuestro pueblo” cuando no están en control. 

Y esta es la realidad.

Tenemos que enfrentarla. Como líderes es nuestra primera responsabilidad. Abordar y exponer los temas “de las vacas sagradas.” Interpretar las malas noticias y las alternativas.  Apuntar los temas que están en el corazón y la mente de todos los ministros que forman parte de tantos Concilios. Tenemos que admitir que las condiciones presentes no están claras para ambas culturas.  Algunos dicen que hay orar mas. Otros nos retan a ser mucho mas sumisos. El lema de otros es “live and let live”… tratan de simplemente ignorarlo todo.

Es un escandalo ignorar la realidad.

Como líderes en la Iglesia y como Hispanos en el Coloso del Norte, tenemos una oportunidad singular: Podemos optar en proveer visión, valores y el impulso de reconciliación.  Al grado que queremos ser fieles seguidores del Señor estaremos preparados para encarnar los sufrimientos y rasgos que están en el corazón del evangelio. Pero para eso tenemos que saber pensar.

En las próximas semanas le propongo una serie de cuestiones de relaciones humanas, es decir, realidades, que he logrado identificar dentro de los Concilios. Quiero proponerles el concepto de la solidaridad multiétnica.

A riesgo de ser mal entendido les recuerdo un refrán muy nuestro : “la verdad no peca, sino incomoda.”

Me gustaría saber que piensas.

 

Crisis en el Concilio

Regreso a escribir con algunas preocupaciones confirmadas.  No quería escribir sobre el tema, pero en realidad debo hacerlo.

Primero, porque no veo que otro esté escribiendo sobre el tema desde una perspectiva eclesiástica, académica y práctica. Puede ser que mi alcance de quién está o no está escribiendo sea limitado, pero igual, busco y no aparecen las letras.

Segundo, porque es un tema que escucho frecuentemente y por diferentes personas en el ministerio- Hispanos, Afroamericanos, Coreanos y también Angloamericanos.  Este asunto está fuerte en todos los continentes.

Y en tercer lugar, escribo por mi propia salud mental, lograr un catarsis y continuar con mi vida…  Quizás lo mas importante.

Como sea, en estas próximas semanas esbozaré el tema frustrante que los ministros y líderes en la iglesia han expresado a grito tendido. En síntesis aquí esta la queja pastoral que se oye continuamente:

“Estoy viviendo en una crisis existencial dentro mi concilio. Me cuesta creerles…  Dicen querer ser transparentes, pero sus palabras no concuerdan con sus acciones… Me siento engañado. Me cuesta confiar en el concilio por las experiencias del pasado: me han prometido lo que nunca ha cumplido… tengo mis sospechas que nunca cambiaran… ¿Será porque soy Hispano?… ¿Qué hacer?”

La falta de confianza en nuestro liderazgo es atroz. Es una realidad que en el momento en que existen sospechas sobre las motivaciones de una persona u organización, todo lo que hacen queda contaminado. Es como decir “No tengo confianza en mi cónyuge.” Esto es serio.  Miqueas nos da un panorama esquizofrénico: “No os fiéis del vecino, ni confíes en el amigo. De la esposa en tu seno, guarda tus labios”  (7:5).

La Biblia, que no miente acerca de sus protagonistas, nos indica que la desconfianza es también común en la Escritura. Por ejemplo: Los hermanos de José desconfiaron de él (Génesis 50:15-17); Jacob desconfió de Esaú (Génesis 32:6-8); Sehón desconfiaba de Israel (Jueces 11:19-20) y Pablo desconfió de Juan Marcos (Hechos 15:37-38).

La desconfianza resulta ser muy cara. La desconfianza sube el “costo” del trabajo ministerial…

Sin embargo, la desconfianza es justificada en la Escritura algunas veces: El Salmo 118:8 dice: “Es mejor refugiarse en el Señor que confiar en el hombre.”  También,  Salmo 44:6 “Porque yo no confiaré en mi arco ni me salvará mi espada.”  Y también: “No confiéis en príncipes ni en el hijo del hombre en quien no hay salvación” (Salmo 146:3).

Posiblemente el error es que hemos depositado nuestra confianza inapropiadamente en los hombres. Al pertenecer a una organización y depositar  nuestra total confianza corremos el riesgo de que nos defrauden porque esta constituido por seres falibles.

Recuerdo años atrás, cuando me espanté al darme cuenta que mis superiores no eran superiores; ¡aún peor! Me di cuenta que en muchos aspectos eran mis inferiores.

Sin querer yo los vi sobre un pedestal, mas cerca de Dios… Y estos influían con poder en decisiones económicas y estructurales que parecían ¡invencibles!  Fue muy difícil darme cuenta que sin querer, yo estaba confiando en ellos como que si fueran los que movían la mano de Dios.  Y cuando me preocupaba de las decisiones o la política empleada me hacían recordar que rebelarse contra los líderes elegidos de Dios, estaría desafiando a Dios mismo.

Pero yo no estaba rebelándome contra Dios… Quería saber porque actuaban mis lideres en diferentes maneras…  Hasta la fecha no han dado respuesta adecuada.  Insisten en que  no debemos cuestionarlos… “Después de todo,” me dijo un dirigente, “nosotros sabemos mejor porque vemos mejor…  debes confiar y ver que tenemos razón… cuidado con amargarte…”.

Han pasado muchos años y todavía sigue igual.  No se explican, hacen lo que quieren, dicen que ven mejor, que les confiemos y que no nos amarguemos, y el mundo sigue dando vuelta como si nada.

Uno entonces debe tomar ciertas decisiones en su vida ministerial, estableciendo un orden en las relaciones con el liderazgo donde Dios nos ha colocado.  Y de eso nos ocuparemos en las próximas semanas…

Me gustaría saber que piensas…

Hacia una Filosofía de Educación Teológica Urbana (2)

… Segunda Parte

La Realidad de Pertenencia

El concepto de comunidad se define por la relación de los programas a instituciones, culturas, tejido social y centro religioso.  Estoy convencido que un ministerio de educación teológica debe operar en proximidad y en compás de su comunidad, y que el mismo debe que trascender el número de estudiantes matriculados.  El programa debe “pertenecer” a la comunidad a tal grado que algunas iglesias que no están en ese momento proporcionando estudiantes, igual puedan decir “es  nuestro programa.”  El liderazgo, los docentes, y la administración de un programa teológico urbano debe ser, hasta donde se pueda, de la comunidad.  El programa debe reflejar la comunidad, ser sensible a los medios de la comunidad, y debe identificar las necesidades de la  misma.

Y no podemos dejar de insistir que el concepto de comunidad demanda por fuerza mayor la cooperación educacional con otros programas y organizaciones urbanas. Muchas veces la competencia llega a ser  nuestro peor enemigo.

 

La Realidad del Currículo

El currículo tiene que ver con lo se enseña y no se enseña y la manera en que se comunica la enseñanza.  Nos referimos (1) al currículo explicito, lo que definitivamente intentamos enseñar;  (2) el currículo implícito, lo que no intentábamos enseñar por causa tales como el carácter distintivo (la manera en que se enseñó; y (3)  el currículo nulo, aquello que omitimos, sea consiente o inconscientemente.

El currículo debe luchar con las metas mayores de la educación teológica. Por ejemplo: la formación de lideres dentro del pueblo de Dios; de informarles acerca de la fe y su aplicación al diario vivir; y de transformarlos en agentes de cambio en las iglesias, denominaciones y comunidades donde Dios los ha llamado.

En alta prioridad en el concepto curricular, es la realidad andrológica que utiliza el modelo educacional de acción/reflexión. Al mismo tiempo que la contextualización, el currículo también aborda las cuestiones de la excelencia, que se define por la realidad urbana en conjunto con la realidad académica. Se trata de un plan de estudios que lucha con estar de acuerdo con las exigencias de integrar la teoría y la práctica en los cursos y el ministerio.

 

Me gustaría saber tu opinión.

Hacia una Filosofía de Educación Teológica Urbana

Las realidades que presenta este corto artículo tiene, como base, una continua investigación bibliográfica y la experiencia personal del autor en el país del Norte.  Las realidades no son exploradas en forma exhaustiva, pero sirven para acomodar la preposición de una lucha continua entre los que practican y los que teorizan el ministerio.  Existe una buena oportunidad para repensar como también rehacer las pautas que gobiernan la educación teológica en el contexto urbano. Muchas veces los esfuerzos son eficientes, pero no son efectivos por una serie de asuntos que trataré de señalar en forma concreta y directa.

 

La Realidad del Contorno  

Es importante que seamos sabios y que nos ubiquemos: Estamos en una realidad geográfica multicultural que desafía a todos los sistemas previamente utilizados por la educación teológica.  Un programa educacional urbano debe identificar su situación administrativa y programática en el contexto que es ministerial y dentro del enredo de la iglesia local. Simplemente, no des un ambiente secular. La teología, currículo, método de enseñanza, reglamentos académicos y estructuras administrativas son informados por el contexto del ministerio. Es aquí en donde el mundo estrictamente académico quiere imponer sus ritos y costumbres, desmontando los procesos “nativos” educacionales, considerados como inferiores e ignoran el historial de los esfuerzos que han producido resultados.

La contextualización estructurada implica que los costos, procedimientos, reglamentos y métodos de enseñanza encajan el contexto de servicio para lograr una entrega máxima y capaz de la educación teológica a la mayoría de personas posibles.  En realidad, la contextualización es un compromiso son el shalom de la ciudad. Queremos decir que un programa contextualizado busca siempre el afirmar a la ciudad como el centro de la actividad redentora de Dios. Contextualización significa que el evangelio es holístico, señalando lo que es tanto personal como lo social; es evangelismo y acción social simultáneamente.

 

La Realidad del Servicio  

La pregunta fundamental a quién estamos sirviendo en la educación. Años atrás, cuando fui misionero en Guatemala, Centro América, mis conceptos de preparación teológica fueron transformados por los escritos de Ross Kinsler. Específicamente su libro Ministry by the Whole People of God. Para mi tres lecciones principales definen la tarea educacional dentro del marco de la iglesia:

En primer lugar el ministerio no esta limitado al ministro ordenado. La totalidad de la iglesia debe ser testigo del evangelio a través de la Palabra y auténtica acción.  Es así que al identificar a quién estamos sirviendo, nos damos cuenta que estamos tratando con dos niveles de experiencia ministerial: El primero son aquellos que ya están en el ministerio urbano y les urge alimentar su perímetro de conocimiento teológico; y otros están con ansias de entrar al ministerio a través de una buena preparación bíblica. 

Este marco es útil para emprender el segundo concepto de servicio: Los seminarios tradicionales enfrentan  dimensiones multiculturales en forma desproporcionada a su pasado.  Si el ministerio es para todos, entonces incluye a todos…  Nuestras ciudades están ante desafíos singulares a causa de las etnias y minorías de grupos históricos como los Afro-Americanos, los Hispanos, las comunidades europeas como los Italianos, Irlandeses, y recientemente las comunidades Asiáticas.

Y la tercer categoría termina desafiándonos con asuntos de género. El papel ministerial de la mujer es uno de larga trayectoria y alto honor en las grandes urbes del mundo. Aquí es donde los programas teológicos deben tratar con la inclusión; se trata de todo el Cuerpo de Cristo en el ministerio.  

Continuara…

Desde Quito, Ecuador

Hoy escribo desde la República del Ecuador en el día después de Acción de Gracias. Estoy en Quito junto con mi esposa Wilma, celebrando la boda de Javier y María José. Javier es un amigo de la familia en Argentina de por toda la vida. Hoy por hoy, damos gracias a Dios por todas sus bendiciones.

Al llegar a Quito me acorde de la historia de los cinco mártires misioneros que fueron atacados por la tribu de los Indios Aucas. La historia aparece en el libro, ya un clásico, Portales de Esplendor publicado en 1957. Relata la vida de cinco misioneros que escucharon y obedecieron la voz de Dios. Describe como Dios hablo a sus corazones y le envió en una misión. El llamado de Dios no consintió “de voces raras, sueños o visiones,” simplemente la paz de Dios que los guiaba… ¿y donde fueron guiados? A la selva Ecuatoriana.

El primer capitulo del libro hábilmente escrito por Elizabeth Elliot, la esposa de Jim, se titula: “No me atrevo a quedarme en casa”. Describe todas las razones que le “convenía” quedarse en Estados Unidos. Pero el llamado de Dios fue superior y no se quedaron en la comodidad de su cultura y ante las oportunidades de trabajo. Rechazaron “el deseo de los Gentiles”, como lo expresa Elliot. ¿Con qué fin? Cumplir con el llamado de Dios.
Cuando uno oye la voz de Dios, entiende el valor, la magnitud y el alto privilegio de ser llamado. Los discípulos de Jesús respondieron al llamado “dejándolo todo, le siguieron” Lucas 5:11.
Elizabeth Elliot cita a su esposo: “No es tonto perder lo que no se puede guardar por ganar lo que no se puede perder.”

Estoy al tanto del debate postcolonial, como también las notas positivas del movimiento misionero europeo y estadounidense de los siglos pasados. Pero no estoy dialogando sobre bases de teorías misiológicas. Estoy abordando algo mucho mas personal: El llamado de Dios al ministerio.

Hoy, en el Norte, como en muchas partes del mundo, nos faltan hombres y mujeres que transforman la vidas a través de la obediencia al llamado de Dios. Nos urge tener un modelo de Iglesia misional que cumple con el mensaje del evangelio que es el poder de Dios para la salvación de todo el que cree; un modelo bíblico que está en los negocios del Reino de Dios y no de los hombres.

No podemos continuar sosteniendo a la iglesia institucional que esta preocupada meramente en ocupar espacio, en sostener un status social, en mantener una institución con engranajes que ya no funcionan, con la única misión de sobrevivir. El resultado de varias décadas de este tipo de institución eclesiástica nos ha conducido ante el umbral de la descristianización de Estados Unidos. El secularismo ha superado a la cultura y desplazado a la iglesia

La Iglesia Hispana debe reconocer su hora, aceptar dirección de Dios y cumplir con el llamado al ministerio que es singular. No tenemos que ser copia de otra cultura porque no funciona. Debemos ser originales para Dios en nuestro ministerio. Todo ministerio efectivo es respaldado por Dios y su característica no necesariamente tiene “la pinta del éxito norteamericano”. El llamado de Dios al ministerio no es la aprobación política de líderes eclesiásticos, no es un nuevo estatus social, no son sumas de dinero, no son edificios donde celebrar nuestras reuniones, ni aún son cantidad de creyentes que nos “escuchan”. Cuando afirmamos el llamado de Dios en base a lo que otros pueden hacer por nosotros, estamos simplemente errados. Seguimos siendo una “iglesia” dependiente de otra “iglesia”.

Cumplir con el llamado del Señor en nuestras vidas debe recordarnos la clasificación de nuestra lucha: “Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los poderes de este mundo de tinieblas, contra las huestes espirituales de maldad en las regiones celestes” Efesios 6:12.
La batalla es real y es personal. Y sin embargo, Jesucristo dijo que ni las puertas del infierno prevalecerán contra Su Iglesia.

La realidad que cumplir con el llamamiento de Dios al ministerio resulta ser un lugar muy solitario… Pero también es un lugar muy cerca de Dios, de donde se transforma el mundo…

Nota adicional: Ocupan un lugar en la pared de mi oficina dos lanzas Aucas. Me hacen recordar lo que significa hacer la voluntad de Dios. Esas dos lanzas fueron un regalo de los Aucas a los misioneros que ministraron muchos años atrás en la jungla Ecuatoriana… lanzas similares fueron empleadas para quitar la vida de los cinco misioneros. Pero los Aucas fueron transformados por el mensaje de Palabra de Dios. ¡Lo que hace Dios por medio de aquellos que cumplen con el llamado!

Le invito a dar lectura o re-lectura a Portales de Esplendor. Trata sobre cinco hombres que hicieron la voluntad de Dios…

La Votación en el Norte

«Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad en lo alto de una colina no puede esconderse. Ni se enciende una lámpara para cubrirla con un cajón. Por el contrario, se pone en la repisa para que alumbre a todos los que están en la casa.  Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el cielo.» Mateo 5:14-16.

Mañana, Martes, 6 de Noviembre, el pueblo norteamericano tiene la oportunidad de elegir al presidente de la nación.  Preferiblemente un presidente que tenga los principios bíblicos que han hecho a esta nación la nación que es. Tenemos que, como cristianos, seguir la Luz y ser la luz. Debemos votar de acuerdo a  nuestros valores esculpidos en nuestra conciencia a través de la Palabra de Dios.

En  2da. de Corintios 4:6 Pablo nos dice: «Porque Dios, que ordenó que la luz resplandeciera en las tinieblas, hizo brillar su luz en nuestro corazón para que conociéramos la Gloria de Dios que resplandece en el rostro de Cristo.”  En Filipenses 2:14-16 afirma  que nosotros brillamos como estrellas en el firmamento dentro de una generación “torcida y depravada” manteniendo en alto la Palabra de vida.

Jesús nos dice: «Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida» (Juan 8:12).

Somos la luz del mundo debido a la relación que tenemos con Jesús.

Es un asunto delicado, eso de ser la luz del mundo ante una generación “torcida y depravada.” Es un asunto de mayordomía, de obediencia, de ser verdaderos testigos de la Luz.  Nuestro enfoque debe estar siempre en la luz, humildemente confiar en Jesús para revelar Su luz.

El derecho a votar y los valores democráticos son el producto de una línea Protestante que marcó la fundación del país. Hoy, los valores fundamentales que han hecho a esta nación, están en la balanza. Hay personas que quieren radicalmente transformar esta nación con un secularismo que remueve a Dios en todas las esferas posibles.  En muchas maneras, esta elección es crucial.

Hoy los políticos humanistas ofrecen una narrativa contradictoria a esa luz. Nos “conceden” libertad de adorar, pero nos niegan la libertad de religión.  Dicen que no debemos “imponer” nuestra fe en otros; que tenemos que ser inclusivos… Quieren convertir a éste país como en otros países que postulan la “tolerancia religiosa.”  La Constitución de éste país nos da libertad de religión  y prohíbe al Congreso emitir leyes en contra de la libertad religiosa. La Gran Comisión nos manda: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.”  Nuestra fe es para ser difundida por todas partes.

Es muy importante notar que el secularismo abraza conceptos que buscan remplazar a Dios por una agenda secular que jamás ha tenido éxito en cualquier época o nación. Este secularismo viene desarrollándose en el Norte desde hace años, cuando, por primera vez se prohibió la oración en las escuelas públicas, y poco a poco, llegamos a este momento.

Yo no les niego a las personas que han abrazado al secularismo, vivir como quieren.  Pero que se vayan a otro lado y fabriquen su propio país. Tengo entendido que hay varios países en el mundo donde el secularismo es la norma, donde estos “amigos” podría ir a vivir.  ¡La utopía esta esperándolos!

Tanto así, que con mucho gusto les sugiero que saquen el pasaje de ida, ¡pero no de vuelta! Porque ya no van a ser turistas. Ya no van a llevar dólares del país imperialista…  Se van a quedar en ese ambiente que tanto anhelan. Que disfruten vivir en una sociedad sin conciencia de Dios.
Yo se que el Norte tiene sus problemas. Y que quizás el capitalismo sea el peor sistema que exista.  Solo avísenme cuando encuentren un sistema mejor.

No es justo que éstos destruyan las bases fundamentales del Norte por lo imperfecto que sea ante sus ojos.

Tres recordatorios como Cristianos:

1. Mi influencia y visibilidad es el resultado de quien vive en mí. Es Dios quien me pone en un lugar de influencia y visibilidad.

2. Soy simplemente un mayordomo de mi influencia y visibilidad, así que es importante dejar que Jesús obre a través de mí.

3. Sólo Dios puede medir la importancia de mi influencia y visibilidad. Puedo influir en una persona que luego influirán en el mundo. Mi enfoque es seguir a Jesús dondequiera que él encabeza.

El Cristiano debe votar como ciudadano responsable, dando a Cesar lo que es de Cesar y a Dios lo que es de Dios.  Debe votar Sus valores.

Y mañana sabremos quien ganó…

«¿Entonces qué debemos hacer?»

Por estas latitudes del Norte estamos preparándonos para enfrentar un nuevo año académico.  El calendario marca Septiembre a Junio, nueve meses de exploración, nuevas experiencias, cantidad de lecturas,  monografías y tesis de grado.

Algunos lucharán con el Griego otros con Hebreo y todos con el Español y el Inglés.  Se viene encima los horarios casi imposibles de cumplir.  Las presiones financieras, las largas distancias en tráfico pesado, los conflictos en la iglesia, los casamientos, los funerales, los bautismos, las campañas. la fatiga física y personal, los momentos rutinarios que se convierten en montañas y junglas impenetrables.

Pensando en todo esto viene a mi mente el porqué de todo esto.  ¿Su fin es…?

Me remonte al pasaje en Lucas donde relata que el ministerio de Juan el Bautista atrajo a las multitudes que buscaban escaparse del juicio final. Venían a Juan para que los bautizara. Es de atención especial que les decía que debían validar su arrepentimiento y bautismo: “Produzcan frutos que demuestren arrepentimiento! Y no se pongan a pensar ‘Tenemos a Abraham por padre’ Porque les digo que aun de estas piedras Dios es capaz de darle hijos a Abraham. Es mas, el hacha ya está puesta a la raíz de los árboles, y todo árbol que no produzca buen fruto será cortado y arrojado al fuego” Lucas 3:8-9.

 

Y las multitudes decían,  “Entonces, qué debemos hacer?”Lucas 3:10Juan los exhorta a base de la situación que estaban en la vida un punto de acción  personal.  Todos tenían un contexto diferente, pero nadie debía zafarse de algún tipo de acción.  No había pretexto hereditario para evitar la acción que respaldaba el arrepentimiento y el bautismo de cada individuo.  Todos en diferentes situaciones, pero todos pudientes en aplicar el arrepentimiento:

”Respondiendo él, les decía: El que tiene dos túnicas, comparta con el que no tiene; y el que tiene qué comer, haga lo mismo.

Vinieron también unos recaudadores de impuestos para ser bautizados, y le dijeron: Maestro, ¿qué haremos?  Entonces él les respondió: No exijáis más de lo que se os ha ordenado.

También algunos soldados le preguntaban, diciendo: Y nosotros, ¿qué haremos? Y él les dijo: A nadie extorsionéis, ni a nadie acuséis falsamente, y contentaos con vuestro salario.”  Lucas 3:11-14.

Para Juan no era suficiente que las multitudes escucharan la Palabra de Dios. El los desafía a  poner en practica lo que habían escuchado.   No solo tenían que arrepentirse y ser bautizados; tenían que vivir de acuerdo a sus nuevas creencias.  El asunto para Juan es que no es suficiente oír el mensaje de la Palabra de Dios, leer o aún estudiar la Palabra.  Se espera que vivan una nueva vida a base de nuevas creencias y valores encontradas en la Palabra de Dios.

Santiago tiene un reto similar  Sed hacedores de la palabra y no solamente oidores que se engañan a sí mismos” (Santiago 1:22).

Nuestra tarea es de empujar, animar, desafiar que se estudie la Palabra, y en particular a nuestros estudiantes a leer, meditar y desarrollar principios Bíblicos y métodos teológicos.

A medida que empezamos un nuevo año de labores ya sea en la Facultad de Teología, en Azusa Pacific University, o en otra institución, insistimos que es inútil aprender sin practicar lo aprendido. Si no tenemos la disposición de aplicación nos engañamos a nosotros mismos.

Los estudios Bíblicos y teológicos pueden ser muy interesantes, pero nuestra tarea como profesores y discípulos nos llevan a un plano mayor que la mera adquisición de conocimientos.  La razón que muchos están en contra de la educación formal es porque han visto muchas personas que dicen saber mucho pero no lo viven. Y en realidad hay muchos que tienen sus títulos pero no tienen «poder que cambia la vida» porque no han aplicado sus conocimientos a la propia vida.  El título puede ser genuino, pero si no se aplica entonces es «genuinamente inservible».  Hay muchos que pasan por la universidad pero la universidad no pasa por ellos.   ¡Que no se así con nosotros en este nuevo año de labores!

Su fin, entonces, esta locura del estudio, del aprendizaje, de la academia,  es aplicar lo aprendido a la vida real y en la relación con Dios y Su creación, especialmente con la gente que nos rodea; aquellos que son nuestros ‘prójimos’ de acuerdo a Jesús.  El Señor nos llama a un arrepentimiento personal continuo que refleje nuestro entorno, no importando donde estamos en nuestro peregrinaje espiritual.  Para que se sienta mejor, le invito a que de lectura a Mateo 19:19, 22:39; y Marcos 12:31.

Me gustaría saber tu opinión.

 

 

Los 3 pecados

No importa en que mundo estemos, hay 3 pecados que son imperturbables. Los menciono no como algo nuevo, sino como algo que sucede mas seguido de lo que quisiéramos admitir.  Aparecen como angelitos de luz que después son demonios desenfrenados que hacen estragos. La clasificación de “los 3 pecados” se grabaron en mi mente muchos años atrás en una charla con el Hermano Pablo protagonista del programa internacional de radio, “Un Mensaje a la Conciencia”. Ambos estábamos de viaje a Washington D.C. para asistir a la reunión anual del NRB.

El Hermano Pablo comentaba sobre 3 pecados que evitar en la vida. En su sentido de humor y fluidez dijo: “¡Cuidado con La Dama, la Lana y la Fama!”

-La Dama siempre aparece como la que “me entiende mejor que mi mujer”.  Y cuantos han caído con la Jezabel de nuestra época.  Un distinguido profesor de Literatura del Antiguo Testamento, colega en Azusa Pacific University, esta convencido que cada cristiano tiene que enfrentar varias “Jezabeles” en su ministerio. Dijo:

-“Son comisionadas para destruir matrimonios, hogares y ministerios.  La tentación sexual es real en cualquier etapa de la vida.”

Con lágrimas recuerdo tanto a pastores jóvenes como veteranos que descubren el verdadero precio del pecar, de violar el voto matrimonial.  Y las consecuencias son reales.  No podemos culpar a nadie. Es un asunto de carácter.  No hay razón válida para traicionar al cónyuge.  En mi vida ministerial que abarca diferentes contextos,   culturas, y mas de cuatro décadas, solo cito a Pablo: “¡El que cree que está firme, tenga cuidado, no sea que caiga!

No estoy acusando un sexo sobre el otro. Ambos tienen la responsabilidad de sostener la pureza matrimonial. Quién  no conoce la historia del pastor que cayo?  ¡Cuidado con la dama!  Cuando creemos que esta lejos, esta cerca.

Estos terminaron mal. La “dama” los traicionó.  Los que adulteran pierden la frescura espiritual, la unción desaparece y no prosperan.

-La Lana es el dinero que me apropié que no era mío: era del ministerio.  Ya todos sabemos el pasaje bíblico que el amor al dinero es la raíz de todo mal. En el Norte como en el Sur, Este y Oeste, muchos se queman cuando creen que pueden hacer y deshacer como les aparece con los diezmos y las ofrendas.  Conozco ministerios muy desprolijos. No tienen cuenta de banco, manejan todo en efectivo. ¡Literalmente tienen el dinero debajo del colchón! No hay reunión de negocios en la iglesia, no hay una mesa directiva que revise las cuentas, no hay una estructura de confianza.  Algunos no tienen concepto de contaduría y ¡otros son muy vivos!  Cuando el Concilio les llama la atención, culpan al “gringo”.  Pero tarde o temprano cuando son llamados a cuentas reclaman ignorancia o superioridad espiritual:

-“No sabía! Perdóneme, por favor, perdón…”

-“¡Yo soy el ungido de Jehová!  ¡Como se atreve a cuestionarme!”

En este país materialista del Norte la cultura adora al “dios dólar”.  La cultura dominante no perdona esta “infracción de valores”.  Yo se de pastores que no saben predicar, pero son tolerados porque son honrados.  Pero jamás he visto pastores que saben predicar pero son ladrones y siguen en el ministerio.

Estos terminaron mal. La “lana” lo traicionó.  Los que roban pierden la frescura espiritual, la unción desaparece y no prosperan.

-La Fama consiste en que de repente los pastores se creen actores de Hollywood.  Lo que antes se determinada como “altar” ahora es “plataforma.” Lo que antes era alumbrado, ahora  son reflectores de multicolor sincronizados por computadores con la música y humo que sale por todos lados, proyectado en pantallas gigantes. Tienen mas guardaespaldas que Obama, y viajan en automóvil blindado.

Tenemos una larga lista de pastores y evangelistas que no pueden mas que buscar la fama como un medio de compensación psicológica.  Viven en las luces, en el show cristiano, en la plataforma importante.  Viajan en primera clase, usan los mejores hoteles, las mejores marcas, son inaccesibles.  Emiten un mensaje terapéutico y social; un populismo avanzado y todo “lite.”

Lo importante es llenar auditorios, apelar a las masas, estar en televisión y ser adulado por el pueblo, tener lustre, halo, auge, popularidad; quieren la corona ahora. La escritura lo ha dicho tantas veces y de tantas diferentes maneras que el orgullo viene antes de la caída.

Una vez, comentando este fenómeno con un ministro que estaba por esos rumbos de la fama, me dijo que el problema era con los otros que lo envidiaban: “Dios me elevó para ser luz a las naciones”.  Estaba enojado conmigo porque solo habían llegado 700 personas al auditorio con cupo de 1,200.   Me dijo que su fama, su prestigio, su éxito  dependía cuantas personas venían a escucharle.  Nada que ver con el ejemplo del Maestro que no tenia “dónde recostar su cabeza.”

Terminaron mal. La “fama” los traicionó.

Los que buscan la fama pierden la frescura espiritual, la unción desaparece y no prosperan.

Para cada uno de estos 3 pecados, inútilmente culpamos al cónyuge,  al concilio, y a los envidiosos.  Quizás, pero igual son 3 pecados que  eventualmente se cobran en ambos mundos.

Los GEN 1.5

Cuando llegamos al Norte traemos mucho más que las valijas y un poco de dinero ahorrado. Al entrar a esta nueva sociedad  acarreamos nuestra tradición, el mapa cultural que será transformado a través de los años. La “tradición” viene de la palabra “traer’. ” Importamos ideas sobre lo que es la vida y como se debe disfrutar. Pero también, en algunos casos, traemos a nuestros hijos.  Son los hijos que acompañan a los padres a una nueva sociedad y crean un nuevo estilo de vida. Es un hecho que por o general a primera generación “salen del país pero el país no sale de ellos.”  Y así con el que viene de su país como adulto. Siempre hay excepciones al caso, pero por lo general se acepta este concepto.

Los antropólogos culturales y los sociólogos hacen distinción entre la primera, segunda y tercera generación de inmigrantes. También se estudia la generación entre la primera y la segunda designada como la “GEN 1.5”. Esta designación fue aceptada rápidamente por los Asiáticos, especialmente por los Coreanos (ilchom ose) y  en estos últimos años los Hispanos están adoptando el concepto.

Algunos estudios[i]  catalogan el fenómeno inmigratorio por la edad: 1) Menores de 5 años representan GEN 1.75;  2) 6 a 12 años de edad son los mas puros GEN 1.5;  3)  13 a 17 años representan GEN 1.25, similar a la primera generación.

Otros estudios sugieren el uso del idioma para demarcar: Primera generación prefieren el español; GEN 1.5 son bilingües; y la segunda y tercera generación prefieren el inglés.

Según los sociólogos, los hijos de inmigrantes que llegan al Norte como menores de 18 años son los que se  convierten en la GEN 1.5 y se convierten en ciudadanos biculturales.

Otro estudio menciona los niños que nacieron en el extranjero pero educados y hechos adultos en Estados Unidos forman la generación 1.5 y enfrentan 1) la adolescencia y la tarea de transición de niños a adultos,  y 2) la aculturización y la tarea de manejar la transición de un ambiente socio-cultural a otro.

Lo que conocemos como “la segunda generación” son hijos de la GEN 1.5, los nietos de la primera generación que hacen suyo de nuevo mundo.  Y la “tercera generación” esta integrada en la cultura del país; son los nietos de la GEN1.5.

La GEN 1.5 forma un grupo singular que de cierta manera están marginados al viejo y al nuevo mundo, y se sienten muchas veces que no son de uno o del otro. Cuando viajan al país natal, son “yanquis”; cuando están en Los Ángeles son del país de origen. Los “GEN 1.5” viven en ambos mundos; en el antiguo y en el nuevo.  Nunca se sentirán totalmente “en casa” en uno o en el otro, pero igual utilizan lo que ambas culturas ofrecen. Son los verdaderos puentes culturales.

Es una ubicación que los lleva a producir una cultura propia. Diferente de  su padres y diferentes de sus hijos.  En el hogar de los GEN1.5 los hijos son “americanos”.  Ya no se crían hijos guatemaltecos, o ecuatorianos… Los padres son latinoamericanos, pero los hijos son norteamericanos.  El idioma, las costumbres, la dieta, los deportes, el humor, las diversiones y todo el medio ambiente es ahora  “americano.” Esta es la segunda generación.

Otro aspecto importante es que los GEN 1.5 representan un estado vivencial sobre el famoso “guión”: Méxicoamericano; Cubanoamericano, Argentinoamericano.  Quizás. Pero la realidad es que no es Mexicano-americano (no!), o Ecuatoriano –americano (no!), o Argentino-americano (no!).  Sobre cada GEN 1.5 están plasmadas ambas culturas. Son biculturales en todo el sentido de la palabra. Viven simultáneamente en ambas culturas. Siempre conectado, pensando, calculando, discerniendo los dos mundos. No hay momento que se pueden “desenchufar».  Son y no son,  inglés y español, ven lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto de dos puntos de vista “all the time!”

Eventualmente los GEN 1.5 pasan a la historia como aquellos que acomodaron a la primera generación a sentirse realizados en que lograron para sus hijos un futuro mejor; y al mismo tiempo fueron instrumentales para que la segunda generación tenga raíces fuertes y permanentes en un nuevo mundo. Mientras tanto serán siempre los legítimos ciudadanos en ambos mundos.

Piense lo que significa esta complejidad en el ministerio. ¿Cómo afecta este fenómeno a los hijos/as del pastor… ¡—-!

 

Me gustaría saber lo que piensa.

 


[i] Si desea la bibliografía pertinente, solicítela por escrito.

 

 

 

 

 

 

 

Esta en el «otro» mundo

Esta es la historia de un líder evangélico que vivió en ambos mundos. No es la historia que pensé que ocuparía mi primer posting de este blog formal.  Para este escrito no importa cual fue su transfondo sociocultural. Solo se sabe que lidiaba en dos culturas.  Y aquí en Los Ángeles, California, de donde se origina este renglón, hay de todo.  La ultima cifra demográfica cita 140 países y 224 idiomas: Una verdadera Torre de Babel.

Mi amigo no se supo cuidar.  No supo escuchar la voz que predicaba. Saber y actuar sobre lo que es la voluntad de Dios en nuestra vida no viene por casualidad. Tenemos que ser intencionales en nuestro descubrimiento de Su voluntad y practicarla (Mateo 7:24-27).

Los grandes místicos de antaño tanto como los contemporáneos nos iluminan al sugerir que una vida sanamente equilibrada consiste en dar importancia a cuatro dimensiones. El cuidado de nuestro cuerpo físico, nuestra vida mental, nuestra vida espiritual, y nuestro pulso social.

 

Se trata de ir a lo privado, a lo personal, a lo que es el centro de nuestro ser que debe seguir las instrucciones de Jesús, como por ejemplo: «Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.» Mateo 6:6.

No podemos delegar esta responsabilidad a otro. Debemos hacerlo nosotros mismo. Nadie puede obedecer al Señor por nosotros.  Dios nos invita y nosotros aceptamos.  Primero es mi vida interior (mi carácter); después es la exterior (ministerio).

Fue aproximadamente un mes que mi amigo falleció de un ataque cardíaco masivo a medida que viajaba por avión de Mami a Texas.  El piloto tuvo que hacer una aterrizaje forzado y fue declarado muerto por los médicos que lo estaban esperando en el aeropuerto.  Tenia 52 años de edad. Media 5’3 pies (1.52 cm)  pesaba 280 libras (127 kilos).

Nunca se cuidaba… Su dieta, comía lo que venia, comida rápida, frita, pastas y dulces… tenia ese tipo de apetito.   Jamás descansaba lo suficiente por su continuo horario de viajes y predicaciones por todos lados.  Para él era ministerio, pero en realidad fue activismo que lo hacia sentir espiritual… Apenas si dormía porque padecía de un insomnio a causa de un alto stress. Ejercicios? Jamás, no tenia tiempo, y además decía que sus «genes» lo habían predispuesto a ser gordo.  Era muy importante ver un programa de televisión a las 2 de la mañana, sentado en el sofá comiendo una pizza y empanadas con una Coca Cola- dietética, por supuesto!

El cuerpo, después de todo, no es cualquier cosa. Ser un ser humano es nuestra identidad. Pablo no titubea en colocar al cuerpo humano en un lugar de importancia: «¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?»  I Corintios 6:19. Esas últimas tres palabritas son problemáticas…

Tenemos que repensar la manera que tratamos nuestro cuerpo. No debemos abusar nuestra fe creyendo que porque somos cristianos somos fisicamente privilegiados y que no tendremos consecuencias cuando alteramos nuestra conducta personal en el cuidado del cuerpo. Tres aspectos para solucionar este problema:

• Cuidemos nuestra dieta…  Desde los niños hasta los ancianos, los componentes alimenticios han producido una crisis de salud en todo el país.

• Es importante descansar.  La falta de dormir trae graves consecuencias a la vitalidad y habilidad de actuar y pensar.  No es un lujo dormir y descansar… es una obligación.  Recuerde el Salmo 4:8: “En paz me acostaré, y asimismo dormiré; porque solo tú me haces vivir confiado.”

• Es importante tener un plan de ejercicios físicos. Muchas enfermedades se pueden evitar cuando tenemos una rutina razonable a favor del cuerpo físico… Consulte con su medico de cabecera para que le indique lo que debe hacer para estar bien de salud.

Mi compañero de milicia estaría con nosotros si acaso se hubiera cuidado un poco cada día…  Ya no esta en ambos mundos. Esta prematuramente en el otro mundo…