Cuando llegamos al Norte traemos mucho más que las valijas y un poco de dinero ahorrado. Al entrar a esta nueva sociedad acarreamos nuestra tradición, el mapa cultural que será transformado a través de los años. La “tradición” viene de la palabra “traer’. ” Importamos ideas sobre lo que es la vida y como se debe disfrutar. Pero también, en algunos casos, traemos a nuestros hijos. Son los hijos que acompañan a los padres a una nueva sociedad y crean un nuevo estilo de vida. Es un hecho que por o general a primera generación “salen del país pero el país no sale de ellos.” Y así con el que viene de su país como adulto. Siempre hay excepciones al caso, pero por lo general se acepta este concepto.
Los antropólogos culturales y los sociólogos hacen distinción entre la primera, segunda y tercera generación de inmigrantes. También se estudia la generación entre la primera y la segunda designada como la “GEN 1.5”. Esta designación fue aceptada rápidamente por los Asiáticos, especialmente por los Coreanos (ilchom ose) y en estos últimos años los Hispanos están adoptando el concepto.
Algunos estudios[i] catalogan el fenómeno inmigratorio por la edad: 1) Menores de 5 años representan GEN 1.75; 2) 6 a 12 años de edad son los mas puros GEN 1.5; 3) 13 a 17 años representan GEN 1.25, similar a la primera generación.
Otros estudios sugieren el uso del idioma para demarcar: Primera generación prefieren el español; GEN 1.5 son bilingües; y la segunda y tercera generación prefieren el inglés.
Según los sociólogos, los hijos de inmigrantes que llegan al Norte como menores de 18 años son los que se convierten en la GEN 1.5 y se convierten en ciudadanos biculturales.
Otro estudio menciona los niños que nacieron en el extranjero pero educados y hechos adultos en Estados Unidos forman la generación 1.5 y enfrentan 1) la adolescencia y la tarea de transición de niños a adultos, y 2) la aculturización y la tarea de manejar la transición de un ambiente socio-cultural a otro.
Lo que conocemos como “la segunda generación” son hijos de la GEN 1.5, los nietos de la primera generación que hacen suyo de nuevo mundo. Y la “tercera generación” esta integrada en la cultura del país; son los nietos de la GEN1.5.
La GEN 1.5 forma un grupo singular que de cierta manera están marginados al viejo y al nuevo mundo, y se sienten muchas veces que no son de uno o del otro. Cuando viajan al país natal, son “yanquis”; cuando están en Los Ángeles son del país de origen. Los “GEN 1.5” viven en ambos mundos; en el antiguo y en el nuevo. Nunca se sentirán totalmente “en casa” en uno o en el otro, pero igual utilizan lo que ambas culturas ofrecen. Son los verdaderos puentes culturales.
Es una ubicación que los lleva a producir una cultura propia. Diferente de su padres y diferentes de sus hijos. En el hogar de los GEN1.5 los hijos son “americanos”. Ya no se crían hijos guatemaltecos, o ecuatorianos… Los padres son latinoamericanos, pero los hijos son norteamericanos. El idioma, las costumbres, la dieta, los deportes, el humor, las diversiones y todo el medio ambiente es ahora “americano.” Esta es la segunda generación.
Otro aspecto importante es que los GEN 1.5 representan un estado vivencial sobre el famoso “guión”: México–americano; Cubano–americano, Argentino–americano. Quizás. Pero la realidad es que no es Mexicano-americano (no!), o Ecuatoriano –americano (no!), o Argentino-americano (no!). Sobre cada GEN 1.5 están plasmadas ambas culturas. Son biculturales en todo el sentido de la palabra. Viven simultáneamente en ambas culturas. Siempre conectado, pensando, calculando, discerniendo los dos mundos. No hay momento que se pueden “desenchufar». Son y no son, inglés y español, ven lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto de dos puntos de vista “all the time!”
Eventualmente los GEN 1.5 pasan a la historia como aquellos que acomodaron a la primera generación a sentirse realizados en que lograron para sus hijos un futuro mejor; y al mismo tiempo fueron instrumentales para que la segunda generación tenga raíces fuertes y permanentes en un nuevo mundo. Mientras tanto serán siempre los legítimos ciudadanos en ambos mundos.
Piense lo que significa esta complejidad en el ministerio. ¿Cómo afecta este fenómeno a los hijos/as del pastor… ¡—-!
Me gustaría saber lo que piensa.
interesante, puedo ver este fenomeno en mi iglesia , mi pastor vino de su pais y sus hijos nacieron aqui, al ministrar el enfoque del pastor es hacia una generacion como la de el, que vinieron siendo adultos, al escuchar a su hijo, quiere entender a los adultos pero no puede porque el nacio aqui, encuentra limitantes en cuanto al idioma, es exacto lo que Ud. dice, por un lado vive en la cultura de aqui y por otra en la cultura de sus padres porque al preguntarle de donde es dice: soy guatemalteco-americano