Hay muchas razones por la cual muchos vienen a residir a este país. Cuantas veces se escucha el clamor de padres que admiten que no hay futuro para sus hijos en el país donde residen. Otros vienen al país buscando un ministerio fecundo entre el pueblo evangélico Hispano. Tienen la posibilidad de contactar iglesias y así se aventuran y llegan porque dicen ser llamados por Dios.
Sin embargo lo que encuentran es diferente a lo que pensaban. Hay muchos conflictos que surgen como nuevos peregrinos, asuntos que resolver, que entender. Son formidables los choques, riesgos y situaciones culturales que enfrentan los que arriban a los Estados Unidos con esos sueños e ilusiones de una vida mejor en el ministerio. Las siguientes cuatro situaciones representan realidades que se aplican al aventurarse a venir al Norte.
1. Situación multinacional. Aquí no viven solo americanos. En este rincón del mundo están representadas todas las naciones de Latinoamérica y el resto de todo el mundo. Los medios masivos acaban de anunciar que por primera vez en la historia, los angloamericanos son una minoría en el país. Ya aquí, en Los Ángeles se hablan mas de 244 idiomas. Las diferentes nacionalidades y sus idiosincrasias están por doquier en todas la iglesias. Están los Mexicanos con el chile, los Argentinos con el mate, los Chilenos con el te, los Guatemaltecos con los chuchitos, y no olvidemos pupusas y gallo pinto! Y así continúa.
Es difícil encontrar una congregación que no tenga este surtido de nacionalidades. Los asuntos culturales como la dieta, el humor, el acento, costumbres, fútbol, y múltiples asuntos se convierten en un pueblo multinacional, multicultural, difícil y complicado para tratarlo. Tan fuerte es el nacionalismo que algunas Iglesias su membresía se caracteriza por nacionalidades.
Y también esta el fenómeno México-americano donde los creyentes tienen nombre y apellidos hispanos pero no dominan el hablar, leer o escribir en Español por ser la séptima generación de los descendientes nativos de estas tierras.
Todo esto lleva a una continua fragmentación de la comunidad hispana evangélica. No es monolítica para nada. “Se habla Español” no quiere decir mucho.
3. Situación materialista. Aquí, en este país donde el dólar impera, en muchas ocasiones el espíritu materialista toma control del corazón del creyente. Es por eso que todos los males asociados con “el amor al dinero” nos impide hacer la obra del ministerio como una vez se pensó hacer. El refrán de antaño es vigente: “Time is money.” Esto afecta en forma básica el estilo y manera de vivir. Aquí el triunfo es poder estar al día con Target, Visa o MasterCard. Estar al día con las cuentas al fin del mes es la razón del vivir… Y para el pastor, es una constante presión o tentación en dejar o “acomodar” el ministerio. Algunos pastores, para tener una ofrenda mayor o para que los hermanos cumplan con el diezmo hacen peripecias doctrinales prometiendo un sin fin de beneficios materiales para los que cumplen con sus obligaciones espirituales… Todo por el “guisado de lentejas.” Todo por la supervivencia. Aquí no hay pesos o quetzales, aquí hay dólares y son casi todopoderosos.
3. Situación angloamerica. Sin querer, la iglesia Hispana y sus líderes tratan de ser americanos. Buscan ser la iglesia de “éxito” donde son evaluados por las estadísticas de otra cultura. Dicen resolver los problemas de la iglesia usando conceptos ajenos a la cultura hispana. Si un programa funciona en la iglesia angloamericana entonces deducimos que funcionará en la hispana. Y la realidad no se descubre sino con tiempo: lo que es propicio en un contexto no es en el otro. Es indispensable entender el dilema existencial. Es una lucha constante donde se tiene que navegar con mucha precaución. La cosmovisión del angloamericano y del hispano no son siempre compatibles. Por mas que el angloamericano crea estar en razón el pastor hispano nunca debe olvidar que la armadura de Saúl es para Saúl; no es para David. Lidiar con la grey usando las herramientas de otro ha causado mucho dolor y grave confusión. Muchos ministros no se ubican y al fin del día no reflejan ser hispanos o angloamericanos.
Nuestra realidad en este país resulta en afirmar que nunca podremos ser monoculturales. El aspecto de asimilación vs. culturización es todo un tema. Asimilación en su sentido estricto, es imposible. Mas bien debemos entender el reto de culturización. La lógica es entender que vivimos simultáneamente no entre sino, en ambos mundos. No podemos vivir renunciando a un mundo y entregarnos al otro sin caer en el atroz problema de identidad. Cuanto más rápido admitimos que somos lo que somos por la gracia de Dios, estaremos tranquilos que somos ciudadanos en ambos mundos; es decir participamos en ambas culturas no en una resignación ante la “fuerza del destino”, sino como nuestra alegría presente-futuro ineludible: la voluntad de Dios.
Cuarto, la situación de un pueblo que regresa. Al principio parece todo una novedad y todo esta perfecto, pero poco a poco la realidad de la nueva cultura, el nuevo idioma, el vaivén del angloamericano, las costumbres y un sin fin de peculiaridades causan ansiedad y desesperación en la población general de “volver.” Aunque hay deseo de tener las comodidades que el nuevo país ofrece, el corazón esta en el país de origen. Muchos hermanos de la iglesia sueñan con regresar a la patria que los vio nacer:
“Mi Guatelinda!”
“Mi Buenos Aires querido! ¿Cuando te vuelvo a ver?”
Entre la melancolía de la marimba y la de Gardel, regresan, vuelven. Y como pastores hispanos que tratan con dicha composición congregacional, no es raro ver el regreso de los creyentes… Le dicen al pastor:
«Pastor, nos vamos la semana que viene a nuestro país. Ya compramos la casita, tenemos unos dólares ahorrados. Nos vamos. Oren por nosotros.”
Por eso estos hermanitos no diezmaban, ni apenas si ofrendaban, y siempre trabajan “overtime”. Pero todos los meses cumplían con Western Union…
Pero uno que es llamado al ministerio por Dios no puede simplemente “volver”. ¿Volver a donde? ¿Con que fin? Los llamados de Dios son sin arrepentimiento. No tenemos “el lujo” de entretener el concepto. Las manos están en el arado.
Y hay muchas mas “situaciones” que no hemos mencionado. Toma décadas de integración para ajustar tantas cosas. Al fin uno se da cuenta que está en éste país porque Dios lo llamo. Y con ese llamado viene la capacitación para vivir en contexto. Eventualmente uno aprende a vivir las situaciones y en ambos mundos.
Me gustaría saber tu opinión.
Estimado Doctor, usted me ha hecho reflexionar en la situacion de muchos de nosotros.Sigamos orando por los que se quedan, llegan y por aquellos que dicen estar adentro del redil pero que no lo estan. Bendiciones!
Dr Zone, su artículo es excelente y muy descriptivo de la realidad del hispano en un mundo al que siempre quiere entrar, pero que a la vez desconoce, un «sueño americano» que muchas veces se le vuelve «pesadilla», pero que sin embargo nos negamos como comunidad a abandonar. Son miles los que deportan cada año, pero miles también los que reingresan y/o entran por primera vez. Existe un deseo profundo por estar en estas tierras de «libertad y abundancia», aunque no tengamos documentos y nos toque que vivir privados de la libertad a causa del miedo de ser capturados y retornados, y a si mismo no poder tener el trabajo deseado y por lo tanto tampoco lograr la abundancia que anhelamos.
Aunque hemos llegado a ésta gran nación siempre tenemos el recuerdo de nuestra amada patria, aunque ya seamos ciudadanos de éste país. Recuerdo las palabras del profeta Jeremías cuando dijo que había que hacer casas y casarse porque el exilio iba para largo. Creo que en eso nos parecemos a la comunidad israelita en el exilio, pensamos que vamos a retornar pronto. ¿Cuántos venimos por uno o dos años? y ya han pasado 10 o 20 o fácil 30 y no hemos vuelto. En realidad debemos ver al futuro y al mismo tiempo comprender que aunque somos del «mundo hispano» debemos aprender a vivir en el «mundo norteamericano», lo que significa que debemos superar el choque cultural y procurar vivir como bien dice usted en «ambos mundos».
Esto también es cierto en la iglesia, una comunidad a la que nos toca que ayudar, escuchar, y muchas veces sanar de todas las heridas que ha dejado su travesía hasta tierras que fluyen leche y miel (USA). Como comunidad de fe nosotros estamos en ambos mundos. La lucha espiritual contra el materialismo feroz que emboba a nuestra gente y la confina a vivir esclavos de un sueño que nunca se alcanza por todas las desventajas que de sobra conocemos. Felicidades Dr Zone, buen artículo.
Vine a este país porque para un joven de 26 años no había futuro. Nunca me imagine la cantidad de latinos que habría. Y como dice el artículo uno convive en ambos mundos. Pasados los años encuentro que tengo mas nostalgia por ese Mi Buenos Aires querido, entonces me doy cuenta que no estoy allá ni disfruto aquí. Tratando de “adaptarme” pero comiendo lo de allá. Lo mismo ahora en el ministerio, usando cosas de los dos mundos. La situación materialista nos hace tener cosas que allá no soñábamos pero perdemos el compañerismo, las reuniones familiares con sobremesa incluida, la cultura diversa nos hace adaptarnos a los de otro país, pero sin poder compenetrarnos en ellos. Yo todavía tengo mi corazón allá; mis hijos “americanos” gritan los goles argentinos mientras comemos pizza y búfalo wings. Esa mezcla también se ve en nuestra nueva forma de hablar el “spanglish” o el espaniol con acento inglés. En este país conocí al Señor por eso le doy gracias pro haberme traído en Marzo del ’89.
Cuando uno esta es su pais de origen tenemos una forma o manera de pensar de este pais. Cuando uno ve regresar a personas que uno conoce y llevan algunas cosas y dinero uno cree que este pais es lo mejor que existe, pero cuando llega aqui uno vive otra realidad de la vida, principalmente las personas que no tienen familia ni amigos aqui, el idioma distinto, la comida diferente, yo me he encontrado con personas en la calle que no tienen nada, la vida para ellos a sido muy dura en este pais, asi tambien personas que han sido bendecidas y que han sabido administrar bien su vida en este pais y otros que al igual han desperdiciado las oportunidades que han tenido.
En el area de busqueda a Dios, dependiendo de la iglesia en que hubiesos asistido en nuestros paises podriamos notar aqui un cambio muy significativo a causa de las diferentes culturas, muchos por el trabajo dejan de perseverar en una iglesia y si tienen un llamado de parte de Dios lo hacem a un lado porque se pierde la vision y se presentan otras situaciones.
Lo que ha escrito el Dr. Zone es una gran realidad en este pais y debemos de aprender a vivir en ambos mundos, refleccionar y no perder el llamado.
Dr. Zone, son muchos los cambios que atravesamos al venir a este país y el tratar de incorporarse a una nueva cultura, es un verdadero reto. Lleva tiempo y esfuerzo el poder acostumbrarse a vivir, en un ambiente multicultural.
Siempre extrañaremos nuestro lugar de origen y la gente con la que alguna vez convivimos. Pero con el paso de los anos, nos damos cuenta de lo importante que se vuelve este país para nosotros, que muchos consideramos nuestro hogar. Bien dice su artículo vivimos en ambos mundos.
Creo que este articulo es una buena representacion de lo que estamos estudiando en el taller de verano. El tema de la culturizacion y de nuestro bi-culturalismo son temas que definen, en cierta manera como funcionaremos como ministros de la palabra y como llevaremos acabo nuestro ministerio.
Mis padres emigraron de El Salvador en los años ochenta. Y yo, la única hija, nací aquí en el privilegiado país de Estados Unidos. Me crie en los brazos de mis padres, bajo el mismo techo pero en un mundo muy diferente al de ellos. A través de los años mis padres lograron acostumbrarse al estilo de vida Norte Americano, pero nunca perdieron arrancar las raíces de su cultura nativa. La cultura la pudiéramos definir como es una manera de ver y vivir la vida. Por ejemplo, mis padres mantenían una ética fuerte de trabajo Latino. Para ellos el sudor compraba el pan de cada día. En contraste, la ética protestante Americana veía el trabajo como una llamada de Dios. Así que cuando yo comencé a ir a la escuela se me inculco a perseguir mis sueños, o en otro término, la llamado de Dios. Treinta y cinco años después mis padres siguen viviendo con el viejo concepto de que el trabajo fue diseñado para que el hombre tuviera que comer. Pero yo, nacida es este país me inclino mas a la visión de que mi trabajo es mi llamado. Me acuerdo bien que después de la crisis económica del 2007, muchos perdieron sus empleos. También, bastantes estudiantes graduados se quedaron con diplomas pero sin carreras, sin propósito, y sin llamado. Una amiga mía graduada de California State University, Northridge, incluso se vio obligada a tomar un trabajo en un restaurante de comida rápida. Hubo mucha desilusión en América después de la crisis económica del 2007. Para mi, el espíritu del sueño Americano sufrió un infarto. Y aunque la ética protestate sigue siendo recalcada en las escuelas, la escases de oportunidades para ejercer estas carreras desafortunadamente han decepcionado a muchos graduados.
Dr. Zone su articulo es excelente. Muchos venimos de nuestro país en busca del «Sueño Americano», sin pensar que a veces se convierte en pesadilla. Primeramente esta la barrera del idioma. Segundo nos esclavizamos en trabajar día y noche, y muchas veces vivimos peor que en nuestro país de origen . En mi caso personal el «Sueño Americano» se convirtió en pesadilla. Fui adicto a las drogas y el alcohol. Termine en la calle y viviendo en un parque. Gracias a DIOS conocí del evangelio de nuestro Señor Jesucristo y fui restaurado. ¡Gracias al poder de DIOS! Hoy para mi, ese es mi «Sueño Americano», haber conocido al Creador del cielo y la tierra.
Julia v. Lazo Dice:
bueno muchos venimos a este pais buscando un mejor futuro para nuestras familias, maxime si dejamos hijos. llegamos y nos encontramos con la barrera del idioma. empiezas extranar tu tierra, tu familia, los antojitos de tu pais el salvador. en cuanto al materialismo,nos perdemos de el enfoque y proposito por el cual Dios nos ha traido a este gran pais de bendicion. comenzamo a obtener cosa que jamas hubieramos tenido, comienzan las deudas, de la misma manera el ministerio es una lucha espiritual por el materialismo. doy gracias Dios por esta nacion hermosa tengo tres hijos nacidos aqui y porque aqui Dios me rescato, y sano todas mis heridas. Bendiciones
Maria Richards.
Bendiciones mi hermano Zone!
Cuando nosotros tomamos la decisión de emigrar, también tomamos la responsabilidad de todo lo que vamos a enfrentar, no en la dimensión que lo pensamos antes de partir. Ya cuando despertamos a la realidad debemos de reaccionar de una manera madura, si Dios me trajo a este país fue porque El sabia que lo podría sobrellevar, es muy triste dejar atrás nuestra tierra, familia, y demás; pero a la ves es un reto vivir entre las dos culturas y salir adelante, aprender de todas ellas, no tratar de suplantar a nadie, mucho menos imitar; en realidad yo estoy agradecida a Dios por todo lo que me da y agrega a mi vida, porque sean retos o bendiciones, he aprendido a vivir un día a la vez, en paz y con la ayuda de mi señor.
¡Dios nos bendiga!
Muy buen articulo Dr. Zone es una realidad en que vivimos aunque estamos aquí en los Estados Unidos siempre nuestro corazón esta en la tierra en que nacimos, extrañamos nuestra comida, nuestra gente, nuestras costumbres en fin extrañamos todo.
Pero tenemos que tener en mente que ya no vivimos haya, en nuestra tierra, estamos aquí en este hermoso país, en el cual tenemos la responsabilidad de aprender el idioma, la cultura, respetar las leyes.
No importa porque venimos a este pais, pero lo que nos debería interesar es que si estamos aquí es por que Dios lo ha permitido y que es con un propósito para nuestra vida y para el mundo que nos rodea.
En mi opinión el anhelo de regresar es aún más fuerte cuando tu familia se ha quedado ayá y tu eres la única persona que estás aqui y si bien sabes que Dios te ha llamado a los Estados Unidos es muy díficil muchas veces no despertar y sentir que estas en ese cuarto de tu casa y que esperar que mamá diga tu nombre… Pero al regresar por unos meses te das cuenta que ya no pertences a esa casa, que han pasado los años y que todo es diferente, cada quien tiene su rutina y en ella no estas incluida de cierta forma, lo más curioso a mi punto de vista y que ha marcado en muchos aspectos de mi vida tomar una decisión, es cuando las mismas personas con las que te criaste y viviste por muchos años notan que ya no eres de ayá sino del norte, y te defiendes y dices no yo soy de aquí!!! Y es ahí donde tienes que pedirle a Dios que te de dirección de a donde quiere que le sirvas… Y maravilloso el saber que te pone en un Instituto Bíblico y empieza hacer esa transformacion en tu vida que solo Él puede hacer y aunque te sientes de ambos mundos ya Dios ha decidido donde es tu lugar.