“…nubes sin agua…”

Primero algebra y después los cálculos… en ese orden estoy deletreando un proceso que nos llevará a puerto seguro sobre como responder a las realidades de las organizaciones que emplean la mentalidad de la dependencia institucional.  Jesús los expone como son los “gobernantes de los gentiles” en Mateo 20:25. En realidad que Jesús describe una mentalidad compatible con la Era Industrial que trataba a los seres humanos como objetos a controlar.

La primera característica de la dependencia institucional fue subordinación, acción que nos coloca debajo de otros.   La segunda, mediación, que nos coloca entre el potencial y otros.

Hoy, la tercera, marginalidad, es la característica que nos coloca fuera de la corriente principal de la sociedad y autoridad institucional.

Las diferencias que nos empujan a los márgenes de las instituciones religiosas son múltiples: género, idioma, nacionalidad, limitaciones físicas y/o psicológicas, edad, economía, nivel educacional, competencia, rivalidad, y tantas otras dimensiones. que enfrentamos dentro del Cuerpo de Cristo.

Es una realidad que los marginados están aislados, mas bien exiliados de participar libremente en su mundo.  La marginalidad  se traduce como una situación de inferioridad. Está apartado del trato por otros.  De alguna manera se nos atribuye algún defecto.

En el Coloso del Norte, si uno nace con tez blanca, por lo general no observa o nota la dinámica de la marginalidad. Pero para las minorías, la marginalidad es una experiencia cotidiana, muy común. Provoca dependencia en los poderosos, en los centros de poder económico y de vida institucional.

En el gobierno, por ejemplo, la marginalidad se puede expresar en la proposición de ayuda económica. Los que reciben ayuda no se dan cuenta que es un sistema que oculta una misión: “Le proporcionamos ayuda social y así se quedan allá, juntos y entre ellos, lejos de nosotros.”  No es una ayuda que los rescata de su situación. Muy por el contrario, los cimienta para que el avance económico sea mucho mas difícil.

En la dinámica ministerial que entretiene a los Concilios, los ejemplos de marginalidad son mas astutos.  Doy dos ejemplos:

1) Nos piden que participemos en una actividad después que ya fue planeada porque nuestra opinión no era importante entre los de tez blanca. Cuando uno es marginado no esta en el centro de la acción, es un visitante común que “adorna el contorno como un florero”- Unos cantan coritos en Español, otros en Mandarín, otros en Coreano!  Gloria a Dios.  Es una realidad que una vez marginados uno está socialmente aislado de la cultura dominante, en una situación inferior, apartado de un trato socio-ministerial. Por alguna razón se nos atribuye algún defecto.

2) Este fenómeno de marginalidad ocurre continuamente al punto que uno ya no quiere ir a las reuniones del Concilio. Solo es ir y escucharlos hablar, pedir, y exigir.  Nos dejan hablar, nos piden opinión, nos dicen que somos importantes. Que nuestra contribución es valiosísima.

Entonces, sin maldad y puramente inocente, uno que recién llego a nuestras riveras, habla. Otro discute. Otro ora.   Nos vamos a casa sabiendo que hemos hecho una diferencia… pero al fin de todo, la opinión que uno dio, lo que otro habló, y la oración fervorosa y sincera de todos los santos ministros reunidos- nunca cuenta.

Estamos fuera del circulo de influencia. En síntesis, marginados: Culturalmente, económicamente, socialmente y políticamente.  Nos damos cuenta que al fin y al cabo las reuniones solo tienen un objetivo: identificar donde están (¡o quienes son!) los problemas.

Al fin nos cansamos y ya no vamos a esas reuniones que nos recuerdan de la Epístola de San Judas: “…son nubes sin agua llevadas por los vientos…” versículo 12.  Entonces, los atrevidos que nos marginan nos retan:  ¡Si solo vinieran a las reuniones podrían participar y cambiar el rumbo de la historia!

¡La ironía de la vida ministerial de los marginados!

Me gustaría saber que piensas.

6 respuestas a «“…nubes sin agua…”»

  1. La marginalizacion ocurre en muchos niveles de las instituciones eclesiasticas y al nivel de nuestra iglesia latina podemos observarla en el area en que servimos. En mi caso personal puedo ver que en la iglesia a que asisto todo esta bien en nuestra area de servicio siempre y cuando usted no opine acerca de como mejorar el area de trabajo o se atreva a pedir una audiencia con el pastor porque esta ocupado. LLevo cuatro años sirviendo en el mismo ministerio y la misma iglesia y todavia espero el dia en que el cuerpo pastoral reconozca la tarea que se hace en el ministerio de camaras no solamente del diente al labio, sino tambien de corazon

  2. Muy buen articulo Dr. Zone. Desde los tiempos de Jesus hasta el día de hoy existe tal marginación, tanto en la politica, en las empresa y dentro de las organizaciones e iglesias. Es una forma de controlar a las personas. Donde en realidad nuestra voz es muy importante. Jesus es nuestro mejor ejemplo, El nunca hizo hizo excepciones ni distinciones.

  3. esto sies cierto cuando nos damos cuenta que nos estan usando a bandonan todos pero en realidad Dios es tan grande que apesar que de jamos todo el nos buelve a traer y des pues nos ensena cosas grande que no sotro no conocemos, pero de todo estos errores llegamos aprender algo marabilloso que sin Dios nosotros no somos nada.

  4. «…nubes sin agua…»
    Es arrogancia y poder tener todo bajo control. Por su triste mentalidad de poder. Pero nosotros hacemos la diferencia con la gran sabiduría, fe y paciencia que nos da El Espíritu de Dios que vive en nuestro interior, que nos ayuda apoyarnos en El con capacidad y poder cambiar lo que quiere uno cambiar. Principalmente participando en las reuniones para cambiar el rumbo de la historia, decidamos hacer lo correcto en situaciones y luego confiar en El Espíritu de Dios nos de su poder, amor, fe y sabiduría.

  5. Nubia Flores
    Nubes sin Agua
    Es una realidad lo que dice que los marginados están aislados. El que está arriba gobernando a los marginados dándoles ayuda económica lo hace para que no avance social mente, y estén siempre dependiendo del que los tiene controlado para su propia conveniencia. Así está haciendo el concilio para los hispanos que son dependientes de ellos Y aunque en realidad a ellos no les importa la opinión del hispano pero ya es tiempo que el ministro hispano empiece a darse su lugar. El problema del hispano que no reclama su derecho es el temor a perder lo que puede conseguir a través del hombre especialmente en lo económico. Pero el verdadero siervo de Dios su socorro es Jehová y aprende a que Dios es su proveedor.

  6. Entonses se podría decir que no somos nosotros los que nos aislamos, sino que son ellos que nos aislan a nosptros. Así, simple y cencillamentente, «Nos aislan» y mucha de las veces ni cuenta nos damos. Nos llegamos a dar cuanta cuando estamos aya… demasiado lejos, y retirados del pueblo o cultura en la cual debemos de estar mucho más cerca.

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